Reciclar: ¿Utopía o realidad?

“Si seguimos vertiendo basura al mar, nos convertiremos en basura.”

Jacques-Yves Cousteau (1910 – 1997).

En América Latina y el Caribe, el problema de la disposición de los desechos sólidos se ha convertido en un enorme reto para todos los habitantes de la región. Encontrar iniciativas que promuevan el reciclaje y mejores medidas para reducir el impacto ambiental de la basura, es una apuesta en la cual no solo los gobiernos deben participar. En este impulso, quizás falte involucrar a todos los actores que forman parte de la problemática y concientizar sobre las posibilidades, pero, sobre todo, la afectación de nuestro planeta.

De acuerdo con Caldera-Serrano et al. (2020), uno de los principales obstáculos es la falta de infraestructura adecuada para la gestión de residuos. En muchos casos, las ciudades carecen de sistemas de recolección y transporte de residuos eficientes, lo que dificulta la separación y el reciclaje de materiales. Además, la falta de instalaciones de reciclaje y tratamiento de residuos significa que gran parte de los residuos termina en vertederos, donde pueden tardar años en descomponerse y causar graves problemas ambientales y de salud pública.

Igualmente, Caldera-Serrano et al. (2020) sostienen que otro obstáculo importante es la falta de educación y conciencia sobre el reciclaje y su importancia para el medio ambiente. Muchas personas en las ciudades de América Latina y el Caribe no están familiarizadas con las prácticas de reciclaje y no tienen acceso a la información necesaria para separar correctamente los residuos. Además, la falta de incentivos para reciclar y la baja valoración de los materiales reciclables también pueden desalentar la participación de los ciudadanos en los programas de reciclaje.

Al respecto, Medina et al. (2020) sostienen que «La economía informal juega un papel importante en la gestión de residuos, incluido el reciclaje. La falta de incentivos económicos y la ausencia de un marco legal adecuado para la formalización de los recicladores informales dificultan su integración en los sistemas formales de reciclaje.» (p. 6)

Por otra parte, la falta de cooperación entre los sectores público y privado es un aspecto que pocas veces es resaltado en las discusiones sobre el reciclaje. En efecto, Romero (2018) sostiene que la colaboración entre el sector público y privado es esencial para impulsar el reciclaje en América Latina y el Caribe. Sin embargo, existe una falta de coordinación y cooperación efectiva entre estos dos sectores, lo que dificulta la implementación de políticas y programas de reciclaje.

A pesar de estos argumentos poco motivadores, en la región, existen iniciativas que merecen ser consideradas ya que han implementado con éxito programas y políticas de reciclaje eficientes y sostenibles. A continuación, se presentan algunas de las principales ciudades modelo en lo que refiere a reciclaje en la región:

Curitiba, Brasil: Es una de las ciudades más verdes y sostenibles de América Latina y el Caribe. Desde la década de 1970, Curitiba ha implementado una eficiente política de gestión de residuos que involucra la separación y reciclaje de materiales. Actualmente, la ciudad recicla alrededor del 50% de sus residuos y cuenta con varios programas de educación y concienciación ciudadana.

Medellín, Colombia: Es una ciudad que ha logrado grandes avances en la implementación de prácticas de reciclaje y gestión de residuos. Medellín cuenta con un programa de reciclaje que involucra la separación de residuos en los hogares, una red de puntos de reciclaje y cooperativas de recicladores que trabajan en la recolección y procesamiento de materiales. Actualmente, la ciudad recicla alrededor del 17% de sus residuos.

Buenos Aires, Argentina: Es una de las ciudades más grandes de América Latina y el Caribe y ha implementado un programa de reciclaje que involucra la separación de residuos en los hogares y la instalación de puntos de reciclaje en la ciudad. Buenos Aires también cuenta con cooperativas de recicladores que trabajan en la recolección y procesamiento de materiales. Actualmente, la ciudad recicla alrededor del 9% de sus residuos.

Santiago, Chile: Es otra ciudad que ha logrado avances significativos en la implementación de prácticas de reciclaje y gestión de residuos. Santiago cuenta con un sistema de recolección de residuos diferenciado que involucra la separación de materiales reciclables en los hogares y la instalación de puntos de reciclaje en la ciudad. Actualmente, la ciudad recicla alrededor del 10% de sus residuos.

Como se observa en las iniciativas, el porcentaje de reciclaje es bastante bajo si se compara con países como Alemania 68%, Austria 63%, Corea del Sur 59%, Eslovenia 58%, Bélgica 55%, Suiza 54% y Países Bajos 51% por citar algunos. A tal efecto, Lardinois et al. (2019) destaca que, de seguir esta impasibilidad ciudadana y gubernamental, el problema de la basura en América Latina y el Caribe puede tener las siguientes consecuencias:

  • La cantidad de basura generada en la región seguirá aumentando en los próximos años, algo que preocupa y a la vez desmotiva a los defensores del ambiente. Esto se debe a una serie de factores que, ya conocemos, pero que eludimos como son el crecimiento de la población, el desarrollo económico y los cambios en los patrones de consumo.
  • Los métodos actuales de eliminación de residuos en la región no son sostenibles, es decir, no están diseñados para evitar un daño en nuestro ecosistema. Los vertederos a cielo abierto son las principales fuentes de contaminación y degradación ambiental, del todo conocido por quienes son responsables de esta actividad.
  • No existe conciencia sobre la importancia de la gestión de residuos. Esto se denota en la pésima efectividad de las políticas públicas ambientales vinculadas a los desechos sólidos. Para muchos la pobreza y el analfabetismo son causas de esta pasividad, pero es el Estado junto a sus instituciones quienes deben educar y proveer los medios necesarios.
  • Además de la creciente contaminación ambiental, los problemas de salud públicas se incrementarán al igual que las pérdidas económicas que esto refiere.  

En conclusión, el problema del reciclaje en las ciudades de América Latina y el Caribe es un apremiante desafío que debe priorizarse en todos los niveles de gobierno, aprovechando las exitosas iniciativas y acoplándolas a modelos locales en donde se promueva el reciclaje como práctica económica, pero a la vez como una apuesta por el ambiente. Crear conciencia sobre esta temática no es una tarea fácil, pero tampoco imposible en la cual todos somos responsables. Quizás esta sea una problemática en la cual muchos gobiernos no se han esforzado. El solo hecho de observar como algunos de estos estamentos políticos tan solo tienen programas de recolección y no de reciclaje, dice mucho de la visión que se tiene al respecto.